JACQUES MARITAIN Y ESPAÑA. José Gómez Cerda

JACQUES MARITAIN Y ESPAÑA .

Por : José Gómez Cerda

Director de la Academia Humanista

Una de las primeras relaciones directas de Jacques Maritain con España fue un estudio sobre San Juan de la Cruz, santo místico que ocupó un lugar importante en el respeto de Maritain a quién le dedicó un capítulo en su obra « Los Grados del Saber », además escribió el prefacio a un libro de R. P. Bruno de Jesus-Marie, titulado « San Juan de la Cruz ».

En agosto de 1934 JACQUES MARITAIN fue invitado a dar una serie de conferencias en la Universidad de Santander, en España. Esas cátedras fueron luego recopiladas y se publicaron en un libro titulado « PROBLEMAS ESPIRITUALES Y TEMPORALES DE UNA NUEVA CRISTIANDAD », el cual después de corregido y ampliado se convirtió en la obra HUMANISMO INTEGRAL.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) la posición de JACQUES MARITAIN fue muy definida, lo cual le ocasionó la incomprensión de muchos (cosa igual le sucedió a Enmanuel Mounier), especialmente aquellos que estaban identificados en el sector que dirigió el General Francisco Franco.

Cuando se produjo el bombardeo indiscriminado contra la población indefensa de Guernica, Maritain, E. Mounier y un grupo de católicos sociales y publicaron el Manifiesto de Protesta de Escritores Cristianos contra los Bombardeos a Guernica.

El 1ro. de julio de 1937 Maritain escribió el PREFACIO al libro « ORIGENES DE UNA TRAGEDIA: LA POLITICA ESPAÑOLA 1923-1936), que escribió Alfredo Mendizabal.

Maritain consideró que la izquierda española mentía sobre los fines y las promesas, y prometía una mentira por otra, y que lo más fácil era destruir. Mientras que la derecha española mentía a los principios, y no hace lo que dice, sino al contrario, en una forma anarquista: « las revoluciones incapaces hacen a los dictadores » .

La posición de Maritain motivó serias reacciones en su contra. El Ministro de Gobierno del General Franco, su cuñado, Serrano Suner, declaró que: JACQUES MARITAIN es el enemigo número uno de España.

Por otra parte el Padre Ignacio G. Menedez-Reigada, dominico, escribió « La Guerra Nacional Española ante la Moral y el Derecho », publicado en 1937, donde decía:

« La guerra nacional española es GUERRA SANTA, y la más santa que registra la historia… »

Maritain no compartió nunca esos criterios, defendió al pueblo español, especialmente a los sectores más débiles. Maritain, al igual que Mounier, repitieron que la guerra española no era santa, como pretendían algunos presentarla , para justificarse.

En Francia se crearon dos comités « Por la Paz Civil y Religiosa en España ». Maritain y Monseñor Beaupin dirigían el Comité de franceses y Alfredo Mendizabal el Comité de españoles.

Alfredo Mendizabal, catedrático de la Universidad de Oviedo, visitaba la residencia de los Maritain, así como el Embajador de la República Española, Semprún. Católicos vascos y republicanos españoles iban a buscar la orientación de JACQUES MARITAIN.

Maritain evocó a SOLIDARIDAD DE TRABAJADORES VASCOS (ELA-STV), una organización de sindicatos cristianos, con más de 50.000 afiliados en esa época, además señaló que « el pueblo vasco es de una fe profunda, sus obras sociales y el avance del SINDICALISMO CRISTIANO era mayor que los socialistas, comunistas y anarquistas juntos ».

Otros dos grandes amigos españoles que tuvo Maritain fueron el músico Manuel de Falla, y el escritor José Bergamín, ellos mantuvieron unas relaciones personales sobre los principios cristianos que mantenían y expresaban. Manuel de Falla se distinguió por las sutilezas rítmicas y armónicas de su música; José Bergamín dirigió la revista « Cruz y Raya ».

Son muchos los libros que se han publicado en España a favor y en contra de Maritain, entre ellos se pueden citar:

« El Mito de Maritain », de J.P. López ; « Una Conjura Española contra Maritain », de A. Arostegui ; « JACQUES MARITAIN y la Polémica del Bien Común », de C. Santamaría ; « Exposición y Crítica de una Teoría de Maritain », de G. Martínez Argote.

Más recientemente se han publicado: « Persona, Sociedad, Estado, Pensamiento Social y Político de J. Maritain », y « El Pensamiento de JACQUES MARITAIN », de J. Ramón Calo y D. Barcale, miembros del Instituto Enmanuel Mounier español , con prologo de A. Arostegui.

En España funciona el Instituto Jacques Maritain, cuyo Presidente fue Iñigo Cavero. Además fue Presidente del Instituto Internacional JACQUES MARITAIN, que tiene su sede en Roma, el profesor español Ramón Sugranges de Franch.

EL HACER Y EL OBRAR .

EL HACER Y EL OBRAR .

Por: José Gómez Cerda

Director de la Academia Humanista

Jacques Maritain escribió « ARTE Y ESCOLASTICA » para reunir los elementos de la doctrina Tomista del arte, proyectar las bellas artes a la luz del pensamiento de Santo Tomás de Aquino.

La escolástica es el método y sistema de filósofos cristianos, siguiendo la doctrina de ARISTOTELES, distinguiendo entre la filosofía, como la experiencia y el razonamiento; y la teología, como la revelación divina, la fe y el magisterio eclesiástico.

Esta escuela tiene como máximo exponente a Santo Tomás de Aquino, por eso se llama « TOMISMO ». Maritain basó su pensamiento en el Tomismo, conservando sus principios y valores, actualizándolo en sus posibilidades.

La escolástica establece que la inteligencia tiene funciones especulativas y prácticas. Sitúa en el orden especulativo las facultades de la inteligencia, cuyo objetivo es el conocer. Para el orden práctico se sirve del conocimiento para lograr una obra o una acción, así el arte se ubica en el orden práctico.

El orden práctico se divide en el OBRAR Y HACER. La obra es el uso de la libertad, dentro de la moralidad. El hacer es la acción productiva conforme a las reglas y valores de la obra, buscando la perfección. El arte se ubica en el hacer, es crear cosas capaces de emocionar el alma humana como una continuación de la creación de Dios.

El ARTE es imprimir una idea en una materia, es una cualidad de orden intelectual, es una virtud del entendimiento práctico, que debe conducir al verdadero bien, con cierta perfección de espíritu. El arte es ordenación de la razón, buscando los medios adecuados.

« El sabio es un intelectual que demuestra,

el artista es un intelectual que obra. »

El artista posee las leyes y no es poseído por ellas, no está obligado por ellas, sino que es él quién obliga, mediante ellas a la materia y a la realidad. En ocasiones el artista obrará contra las reglas, como si fuera por encima de ellas, según una regla más alta y un orden más escondido.

Santo Tomás de Aquino estableció las condiciones de la belleza, que son:

1.- Integridad. Perfección.

2.- Proporción. Concordancia en el orden y la unidad.

3.- Claridad. El brillo, los colores, lo inteligible, la hermosura y el resplandor de la forma.

Maritain explique que la « claridad » no es conceptual en el arte, es algo luminoso y claro en sí, que puede parecer oscuro a nuestros ojos, por su causa o trascendencia, es como el misterio, que es donde hay algo más que saber…, así se puede definir también como el resplandor del misterio.

En éstos momentos, cuando muchos entienden que el arte es lo extravagante o pasar al extremo de las cosas, porque es la tendencia de las almas modernas, Maritain sitúa la idea escolástica de lo bello, así el arte y la belleza se deben unificar para buscar una teoría completa, donde se pueden encontrar condiciones espirituales para una obra honesta, que es una virtud intelectual.

El arte es hacer, componer o construir, lo que da pureza, nunca debe ser imitación, pero sí buena imagen, es buscar la perfección en la obra expresada.

El artista debe estudiar y amar a los grandes maestros y a la naturaleza, no para imitarlos, sino para fundarse en ellos, inspirarse en las grandes obras del hombre y de la naturaleza, ser como discípulos de Dios.

LOS ARTISTAS, sean músicos, poetas, escultores o pintores, pueden percibir sonidos y ritmos, palabras e ideas, paisajes y formas, que son secretos, sólo ellos pueden apreciar por su sensibilidad artística, y pueden convertir en una obra. Tienen un conocimiento y percepción extraordinario, ellos descubren lo que otros comúnmente no pueden comprender, su objetivo es brindar el gozo al espíritu humano.

« Nadie, dice Santo Tomás de Aquino, siguiendo a Aristóteles, puede vivir sin deleites. Por eso, quién se ve privado de los deleites espirituales, busca los carnales. »

Maritain aconseja que el artista debe dominar algo fundamental que es la fe, una dimensión más amplia que el simple conocimiento de lo material….la vida espiritual, que es el encuentro del arte con Dios, donde se puede abarcar el universo y encontrar las emociones necesarias para la inspiración espiritual, la creación de una obra, una cultura teocéntrica. El artista tiene que hacer muchos sacrificios para mantenerse activo en busca del objetivo final de su obra.

Existen muchas provocaciones y atractivos comerciales y de dinero, tentaciones sutiles y fáciles que invitan al cesamiento del hábito intelectual, llegando a disminuir y corromper al artista, esto puede evitarse con la moralidad cristiana. Jacques Maritain es un modelo para los jóvenes artistas que desean obrar con un sentido cristiano.

En « ARTE Y ESCOLASTICA » Maritain trata los temas de: análisis del concepto metafísico de la belleza como un trascendental según Santo Tomás de Aquino ; la doctrina de hábitos y virtudes intelectuales, una distinción ente la moral y la prudencia, las artes de fabricación y manuales, las reglas del gusto y la inspiración artística, las cualidades del arte religioso, distinguir ente el hacer y el obrar.

« No hagas literatura, música o pintura sino tengas algo que decir ; no digas sino lo que haz visto ; las fuentes públicas no están para tu sed ; la fuente de la obra no puede menos de estar oculta y ser personal. »

 

EL BIEN COMÚN .

 

EL BIEN COMÚN .

Por: José Gómez Cerda

Director de la Academia Humanista

Indudablemente que JACQUES MARITAIN es uno de los grandes expositores del BIEN COMUN. Este tema es bien elaborado en su obra « LA PERSONA HUMANA Y EL BIEN COMUN », donde él expresa los fundamentos metafísicos de la doctrina cristiana.

La primera interrogante a la que debemos responder es el cuestionamiento de si la sociedad es para cada uno de nosotros, o es cada uno de nosotros para la sociedad.

Lo que constituye el BIEN COMUN de la sociedad política no es sólo el conjunto de los bienes y servicios de utilidad pública o de interés nacional (carreteras, puertos, escuelas, etc.), que supone la organización de la vida común, ni las buenas finanzas del Estado, ni su potencia militar ; no es solamente el entramado de las leyes justas, de buenas costumbres o de sabias instituciones que dan su estructura a la nación, ni la herencia de sus grandes recuerdos históricos, de sus símbolos y de sus glorias, de sus tradiciones vivas y de su tesoro de cultura.

El BIEN COMUN comprende todas éstas cosas, pero aún mucho más, y más profundo y más humano; pues también y ante todo comprende la propia suma , muy diferente de una simple colección de unidades yuxtapuestas.

Como Aristóteles nos enseña, incluso en el orden matemático, seis es algo distinto de tres más tres, comprende la suma, decimos o la integración sociológica de cuanto hay de actividad, de prosperidad material y de riquezas del espíritu, de sabiduría hereditaria, inconscientemente activa, de rectitud moral, de justicia, de amistad, de felicidad, de virtud y de heroísmo en las vidas individuales de los miembros de la comunidad debido a que todo es, en cierta medida, comunicable, y se revierte sobre cada miembro de la sociedad, ayudándole así a perfeccionar su vida y su libertad de persona.

Es todo esto lo que constituye auténtica vida humana de la multitud. »

La persona humana está ordenada directamente a Dios, como su último fin absoluto, ésta ordenación directa a Dios trasciende todo BIEN COMUN creado.

El fin de la sociedad no es el bien individual, ni el conjunto de los bienes individuales de cada una de las personas que la constituyen.

El fin de la sociedad es el bien de la comunidad, el bien del cuerpo social.

Estamos viviendo problemas que tienen mucha relación con el individualismo y la personalidad, sobre la persona y la sociedad.

El comunismo y el totalitarismo crearon un materialismo que debe ser superado, no con el neoliberalismo capitalista que ha pretendido sustituirlo todo con el capital y el mercado, sino con un sistema basado en la justicia social el BIEN COMUN.

El liberalismo siempre defendió el individualismo, pregonando que cada cual debía empeñarse por su propio éxito, y así velaba por el progreso de toda la sociedad económica.

El Estado es el responsable máximo, guardián supremo del BIEN COMUN, aunque ésta función no está limitada sólo a él, sino a toda la sociedad. El Estado debe impedir los abusos de quienes pretenden enriquecerse a costa de los más pobres, humildes y marginados.

« Ese BIEN COMUN es la convivencia de la vida humana de la multitud, de una multitud de personas; su comunicación es el bien servir. Es pues, común al todo y a las partes sobre las cuales se difunde, y con el deben beneficiarse. »

El materialismo no reconoce nunca la parte espiritual y eterna del hombre, es uno de sus principales defectos, ha sido incapaz de comprender la naturaleza de la sociedad.

El individualismo materialista se ha desviado de la parte espiritual de la persona. En la actualidad corremos el riesgo de continuar buscando en otro tipo de individualismo, como es el neoliberalismo, que es perjudicial al BIEN COMUN de la sociedad. El sistema humanista debe estar basado en el personalismo comunitario:

La verdadera concepción de la vida política no es exclusivamente personalista ni exclusivamente comunitaria, sino personalista y comunitaria a la vez, ya que ambos términos se completan y se exigen mutuamente. Así se comprende que nada es más erróneo que plantear el problema de la persona y el BIEN COMUN en términos de oposición.

El BIEN COMUN es un bien que beneficia a todas las personas y a cada persona que constituye el Estado, respetando la dignidad de la naturaleza humana. Es material, intelectual y moral: nunca representará ventajas, beneficios o privilegios en favor de alguien.

JACQUES MARITAIN también participó en un Manifiesto Público que se conoció con el título « PARA EL BIEN COMUN, LAS RESPONSABILIDADES DEL CRISTIANO Y EL MOMENTO PRESENTE. »