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Las nuevas autoridades del sistema de seguridad social dominicano. José Gómez Cerda

Las nuevas autoridades del sistema de seguridad social dominicano.

José Gómez Cerda

El nuevo gobierno ha designado a las principales autoridades que dirigirán la política nacional, sin embargo,  no ha nombrado las personas que dirigirán el sistema dominicano de seguridad social, porque sus nombramientos dependen de ternas que debe someter el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) al  presidente de la República que tiene la última palabra para esos nombramientos.

 

En el sistema de seguridad social intervienen sectores importantes, especial el productivo,  que está compuesto por el Estado (Gobierno), los empleadores y los trabajadores, que son quienes dinamizan la producción nacional.

 

El Estado dominicano es el principal motor, porque representa el pago de los empleados públicos, que son la mayoría en el sistema de seguridad social, hace aportes para los servicios de salud en el régimen subsidiado y es el garante del sistema de seguridad social.

 

Los empleadores son importantes porque cotizan el 70% de los ingresos al sistema de seguridad social, además ellos aparecen como afiliados, y son miles, especialmente en el sector de las pequeñas y medianas empresas: además son únicos cotizantes en los riesgos de salud.

 

Los trabajadores cotizan alrededor del 30% de los ingresos del sistema, son la base fundamental. Sin afiliados no puede existir la seguridad social. Además ellos y sus familias son los beneficiarios de los principales servicios en materia de salud, riesgos laborales y pensiones.

 

Existes otros sectores importantes que complementan el sistema de seguridad social, y están representados en el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS).

 

 

 

Ha diferencia de los ministerios, direcciones generales y otros cargos de la administración pública, en el sistema de seguridad social no basta la afinidad partidaria, sino la especialización en cada una de las instancias del sistema, donde están representados todos y cada una de los sectores que hacen posible el buen funcionamiento.

 

Una regla de oro, aunque no esté establecida en la ley,  es la distribución equitativa de la representatividad de estos tres sectores.

 

El   Estado debe ocupar un lugar privilegiado, y debe mantener el cargo de Presidente del CNSS, y el Director General de ese organismo.

 

Los empleadores, principales aportadores económicos, deben mantener el cargo de la Tesorería de la Seguridad Social.

 

Los trabajadores, que son los afiliados y segundo cotizantes deben mantener la dirección general de la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA).

 

Hasta la fecha, es la primera vez que el gobierno escoge en última instancia por decreto a los funcionarios de la DIDA y la Tesorería.

 

El legislador había concebido en la ley 87/01 esas dos funciones básicas como entidades eminentemente técnicas cuya duración en el cargo estuviera definida por el desempeño,  a fin de garantizar la eficiencia de la misma y que no influyeran los cambios políticos en su quehacer.

 

El Consejo designaba a esos funcionarios los que evaluaba todos los años. Es ahora con la modificación de la ley 87/01 y el surgimiento de la ley 13/20 que esa facultad de designación se le da carácter político al depender en última instancia del Ejecutivo luego de la terna que presente el Consejo al mismo.

 

Además de la representatividad se requiere capacidad y sensibilidad social, característica de este sistema.

Ninguno de los sectores productivos debe quedar fuera de las instancias que conforman las autoridades del sistema dominicano de seguridad social.

 

Esperamos que el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) seleccione bien los miembros de las ternas que someterá al poder ejecutivo, y que el presidente de la República haga una buena selección de las nuevas autoridades del sistema dominicano de seguridad social.

 

Los principios de la generalidad, la solidaridad y justicia social que ofrece la seguridad social, deben ser garantizados, con una buena selección de las autoridades del sistema.

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EMILIO MASPERO : EL DIRIGENTE SINDICAL.

EMILIO MASPERO :

EL DIRIGENTE SINDICAL.

 

En ocasión del 20 aniversario de su fallecimiento. 2000-2020

 

José Gómez Cerda.

 

 

Emilio Máspero, es un modelo de sindicalista de actualidad, que se distinguió por su autenticidad en el pensamiento y la acción, su estilo de conducir, excelente orador y buen escritor. El sindicalista más completo es cuando al dominio de todas las facetas del sindicalismo; ideólogo, formador, orientador, líder, estratega, organizador, en fin, un hombre completo como dirigente internacional y mundial.

 

Emilio Máspero nació el 27 de noviembre de 1927, en Santa Fe, Argentina, hijo de emigrantes italianos.

 

Máspero trabajó en su juventud como mozo de un hotel, luego se incorporó al sector de la industria metalúrgica trabajando como mecánico tornero. Entró a la Juventud Obrera Cristiana (JOC), siendo en poco tiempo el Presidente nacional, ahí entabló nuevas relaciones, más tarde participó, junto con Alfredo di Pacci, en la constitución de la Acción Sindical Argentina (A.S.A).

 

Del 15 al 19 de agosto de 1956, en Córdoba, Argentina, se realizó el Congreso Constitutivo de la Acción Sindical Argentina (ASA), la cual decidió afiliarse a la CLASC y a la CISC.

 

El Congreso eligió a Emilio Máspero, como Secretario General.

 

Máspero pudo evadir al salir de Argentina, con una beca de la Confederación Internacional de Sindicatos Cristianos (CISC), para estudiar en Europa, con la colaboración de » Pax Christi».

 

Junto con Elio Aponte, venezolano, fueron por tres meses, tomaron contactos con organizaciones de la CISC en Bélgica, Francia, Suiza, Holanda, Italia y Portugal; pero Máspero, que no podía regresar a su país, se mantuvo por más de año. En París conoció a la española Acacia Victorio Fernández, con la que se casó y vivió con ella todo el resto de su vida.

 

Aunque no estuvo presente en el II Congreso de la CLASC, que se realizó del 29 de noviembre al 1ro. de diciembre de 1957, en Santiago de Chile, resultó electo , como miembro del Comité Ejecutivo.

 

Máspero participó en un Congreso Mundial de Laicos, y una Manifestación Mundial de la JOC, que se realizaron en Roma, Italia, donde estableció buenos contactos, regresó a América Latina a fines de 1958, a Chile, para colaborar con José Goldasck, el Presidente de la CLASC; El último Consejo de la CLASC había decidido una política de ampliación, y necesitaban un hombre para el trabajo en las zonas de Centroamérica y el Caribe. Maspero fue designado para trabajar a partir del 1ro. de diciembre de 1958, con sede en Venezuela. Aristides Calvani se responsabilizó con el salario para el responsable de la CLASC para esa zona.

 

Pero su primer viaje no fue a Venezuela, sino a Cuba, donde había triunfado la revolución de Fidel Castro. Estuvo en La Habana del 10 de abril hasta mediados de mayo de 1959. Se reunió con Reinol González y José de Jesús Plana,( quienes habían sido dirigentes de la JOC cubana), que estaban en la dirección de la C.T.C-revolucionaria. Participó en la manifestación del 1ro. de mayo, «Día Internacional del Trabajo»; también se reunión con el Presidente de la CTC-R, David Salvador.

 

La CLASC elaboró y difundió un documento sobre el proceso de la revolución cubana, donde se exponía claramente el pensamiento ideológico. Después de saludar el triunfo de la revolución, ese documento elaborado por Emilio Maspero decía:

 

«Apoyamos plenamente todos los planteos revolucionarios tendientes a realizar la reforma agraria, la industrialización, el desarrollo económico, la reforma fiscal, la justa distribución de las riquezas, el pleno empleo, la independencia económica, la soberanía política, siempre que todos estos esfuerzos se dirijan no a consolidar la revolución como fin en sí, sino a permitir más plena y eficazmente el ejercicio de las libertades humanas y la construcción de un nuevo y justo régimen.

 

…Declaramos finalmente, que la Doctrina Social de la Iglesia, inspirada en valores humanistas y cristianos, en la dignidad humana, en la justicia social, en la libertad y la solidaridad social, tiene la suficiente fuerza y eficacia para servir de basamento a todos los esfuerzos revolucionarios por construir un orden económico, social y político nuevo y mejor…»

 

A fines de mayo de 1959, Máspero, en compañía de su esposa Acacia, se instaló en Venezuela. Su primera tarea fue reorganizar los sectores de trabajadores que tenían sus actividades orientadas bajo la Doctrina Social Cristiana, se dedicó a reunirse con los dirigentes del Comité Pro-Federación de Trabajadores Organizados de Venezuela           ( COPETROV), que era dirigido por Dagoberto González y Elio Aponte; el Comité Organizador de Sindicatos Autónomos         ( CODESA), que había sido fundado y dirigido por el Padre Manuel Aguirre, jesuita, y con dirigentes del «Frente de Trabajadores Copeyanos ( FTC); con COPETROV Y CODESA, se constituyó el «Comité Unitario de Sindicalistas Cristianos            ( CUSIC), que se afilió a la CLASC.

 

El III Congreso de la CLASC se realizó en Quito, Ecuador, en noviembre de 1959 Fue el primero Congreso al que Máspero asistió. Antes se realizó un Seminario, dirigido por él, donde expuso:

 

«Para nosotros, ni el capitalismo ni el comunismo son la solución acertada, sino la Doctrina Social Cristiana aplicada a la labor sindical. El sindicalismo cristiano propicia una radical transformación de las estructuras económicas y sociales, dentro del marco de la democracia y de la libertad».

 

El congreso reeligió, por tercera vez, a José Goldsack, de Chile, como Presidente. Se eliminó el cargo de Secretario General, y fueron electos tres Secretarios Ejecutivos: Máspero, Alfredo Di Pacce (argentino) y Fulgencio Barreiro( paraguayo), además una tesorera, Beatriz Marescotti, chilena. Máspero tendría sede en Venezuela, y responsable para Centroamérica y el Caribe; Barreiro, con sede en Perú, seria el responsable para el Pacífico; y Di Pacce, con sede en Buenos Aires, responsable para Argentina, Chile, Brasil y Paraguay.

 

En septiembre de 1960 Máspero fue invitado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, y se reunió con los principales dirigentes de la AFL-CIO, entre ellos George Meany y Serafino Rumualdi. Esas reuniones fueron conflictivas, y no aportó nada positivo entre las relaciones de la CLASC y la AFL-CIO.

 

Máspero inició un recorrido por todos los países de Centroamérica, donde sólo se pudieron constituir grupos de sindicalistas, no organizaciones sindicales, pero se establecieron bases para un futuro mejor.

 

Emilio Máspero tenía su propia personalidad, y siempre fue provocador, tanto frente a los gobiernos, empresarios, organismos internacionales… y dentro de la misma organización, pero con posiciones propias y alternativas a los problemas. Su primer enfrentamiento interno , a principios de 1961, fue frente al Presidente de la CLASC y al Secretario General de la CISC, Augusto Vanisterdael, con relación a las posiciones ante el sindicalismo cristiano en Colombia.

 

Mientras Goldsack y el Secretario General de la CISC propugnaban por una política prudente frente a las organizaciones de la ORIT, en Colombia ( donde existían sindicalistas cristianos, antes de nacer la CLASC ), Máspero enfrentó a los sectores que estaban con la otra tendencia sindical.

 

° A principios de noviembre de 1962 se realizó el IV Congreso de la CLASC, en Caracas, Venezuela, previamente se había realizado un Seminario latinoamericano bajo el título de «Los Trabajadores y la Revolución Latinoamericana» dirigido por Emilio Máspero, con la colaboración de Aristides Calvani y Ramón Silva; director del Instituto INES, de Venezuela.

 

Ese congreso reeligió por cuarta vez a José Goldsack, como Presidente; Máspero, di Pacce y Barreiro fueron también reelectos como Secretarios Ejecutivos como responsables de las mismas zonas anteriores, sin embargo, el líder de la CLASC era Máspero.

 

En 1963 se dio un golpe de Estado contra el gobierno del Profesor Juan Bosch, en la República Dominicana. Máspero orientó la CASC, en la toma de posición contra el nuevo gobierno golpista.

 

En marzo de 1964 la CLASC celebró un Consejo en Brasil, donde se reestructuró internamente la dirección ejecutiva, pendiente de ser aprobada en el próximo Congreso. Máspero pasó a ocupar la Secretaría General. Eduardo García pasó a ocupar el cargo de responsable para el Caribe, y Andrés Mercau para Centroamérica.

 

Ese Consejo también aprobó un documento que Emilio había redactado «El Manifiesto por la Integración Latinoamericana». El tenía que instalarse en Chile, junto con el Presidente, Goldsack, y el nuevo tesorero, Alfredo di Pacce, donde llegó varias semanas después de la toma de decisión.

 

Los dos principales problemas que tuvo Máspero en chile fueron:

 

  1. Los problemas internos entre ASICH, fundadora de la CLASC, y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), que siempre trató de manipular al sindicalismo cristiano chileno. Emilio se enfrentó al PDC.

 

  1. El padre belga Roger Vekemans, amigo del Secretario General de la CISC, Augusto Vanidestael, formó una fundación llamada «Centro de Desarrollo Económico y Social de América Latina –DESAL». Esa fundación administraba parte de las ayudas de las organizaciones europeas. Máspero creó una fundación propia de la CLASC llamado » Instituto Latinoamericano de Cooperación y Desarrollo (ILACDE).

 

Su permanencia en Chile no fue muy agradable, pues tanto el PDC, como el Padre Veckermans tenían mucho poder económico y político, mientras la CLASC tenía muy limitados recursos humanos y económicos.

 

El 31 de marzo de 1964 ocurrió otro acontecimiento que creó problemas internos en la CLASC, que fue el Golpe de Estado en Brasil, contra el gobierno de Joao Goulart.

 

Los Círculos Operarios de Brasil, que estaba afiliado a la CLASC, apoyó ese Golpe de Estado, pero Máspero, en su condición de Secretario General lo condenó.

 

Nuevamente la posición del Secretario General de la CISC, y el Presidente de la CLASC eran diferentes.

 

En 1965 sucedió otro acontecimiento político y militar muy importante, que fue la intervención norteamericana a la República Dominicana. La CASC, afiliada a la CLASC, rechazó el golpe y formó el «Comando Armado Sindical Cristiano-CASC, mientras la ORIT apoyó esa intervención militar. Máspero orientó a la CASC, y estuvo en el país, en la zona rebelde, todavía Santo domingo estaba militarizada por 40.000 marines norteamericanos. Además se entrevistó con Juan Bosch, en Puerto Rico, que era el ideólogo del movimiento constitucionalista.

 

Del 3 al 8 de octubre de 1966 se realizó el V Congreso de la CLASC, en Panamá. Ese Congreso marcó el inicio del liderazgo indiscutible de Emilio Máspero, como Secretario General, electo en el Congreso y líder político.

 

Emilio elaboró un documento, que fue aprobado por el Congreso, titulado » Nuevas Dimensiones», que implicaba un cambio estructural, estatutario, programático y estratégico. Se eliminó el cargo de Presidente, y el Secretario General asumió responsabilidades mayores y toda la representatividad. La nueva sede sería Caracas, Venezuela.

 

A partir de ese Congreso Emilio Máspero asumió el control de la CLASC, cargo que asumió con capacidad, inteligencia, productividad, creatividad y responsabilidad, tanto en los momentos más difíciles como en los de mayores posibilidades.

 

Todos los demás Congresos, hasta el último realizado en México, en 1998, lo eligieron, casi por unanimidad, como Secretario General. 32 años donde la CLASC, cambió de nombre, pasó a llamarse Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), se crearon organizaciones en todos y cada uno de los países de América Latina y el Caribe, se formaron federaciones profesionales, se realizó un proceso ideológico, y se profundizó sobre la unidad de América Latina. Detrás de todas esas actividades estaba Emilio Máspero, con sus orientaciones y su dinamismo personal.

 

Del 20 al 24 de mayo de 1968 se realizó en Santo Domingo, la I Conferencia Sindical sobre Integración y Desarrollo de América Latina, organizada por la CLAT, previamente se había celebrado el XI Consejo de la CLAT, y el 19 de mayo se hizo el ENCUENTRO DE TRABAJADORES DEL MUNDO, con una participación más de 8.000 trabajadores. En estas actividades participaron delegados de casi todos los países de América Latina, y delegados de Canadá, Estados Unidos, África y Europa; Los discursos centrales de las tres actividades fueron pronunciados por Emilio Máspero, en la plenitud de sus energías, capacidad y dinamismo.

 

De ahí salió la » CARTA DE SANTO DOMINGO», y se constituyeron los » Equipos de Conferencias Sindicales de América Latina (ECOSAL)».

 

° Una de sus obras cumbres fue la creación de la Universidad de Trabajadores de América Latina ( UTAL), situada en San Antonio de los Altos, en Venezuela, por donde han pasado miles de dirigentes sindicales de todos los países de América Latina. En la mayoría de los seminarios, cursos, conferencias o coloquios, siempre que la situación lo permitía, la orientación política estuvo a cargo de Emilio Maspero, en su condición de Secretario General de la CLAT.

 

El carisma de Máspero dependía de un estilo de orador, franco, claro, con lucidez, con buena entonación, ideas claras, mensajes profundos, excelente dicción, propuestas a los problemas y mensaje de esperanza para el futuro de los trabajadores, que era capaz de entusiasmar, emocionar, siempre dejaba a los oyentes una reflexión. Emilio hablaba con el corazón, y estaba convencido de lo que decía, por lo tanto convencía al auditorio.

 

Como escritor no publicó muchas libros firmados por él, después de «América Latina Hora Cero», pero si se recogieran todas sus ideas se podrían publicar varias decenas de libros con sus obras.

 

Emilio contó siempre con buenos colaboradores. Desde su inicio con Alfredo di Pacce, Eduardo García, (quién siempre fue su principal colaborador y que ahora lo reemplaza en la Secretaría General), Henry Molina, Enrique Marius, Eduardo Estevez, Rodolfo Romero, su esposa Acacia, que siempre estuvo a su lado, su secretaria Ligia Acosta y otros más que trabajaron con él en el organismo de dirección diaria de la CLAT; y cientos de dirigentes nacionales y regionales, que siempre lo tuvieron como su orientador y ejemplo de sindicalista.

 

Como ideólogo Emilio tenía un pensamiento claro, era un intelectual, un filósofo con principios humanistas, cristianos, que siempre expuso la doctrina social cristiana, adaptada a los trabajadores, al sindicalismo, que nunca negó ser un cristiano, al contrario lo voceó a todo el mundo, en todos los lugares.

 

Como estratega Máspero sabía dónde iba, cuáles eran sus objetivos (que eran los de la CLAT), hasta donde quería llegar. Supo detectar cuales eran los adversarios, y «distinguir para unir». Además sabía escuchar a todos los sectores, leer, estudiar y escribir,( que aunque parece sencillo, es muy difícil para un dirigente internacional que vive permanentemente en acción) , lo cual lo mantuvo siempre enterado de todos los acontecimientos mundiales.

 

Como táctico, Emilio sabía utilizar los recursos humanos y económicos, para poderlos al servicio de la mejor causa. Tenía un olfato natural para conocer las situaciones y las personas.

 

Como político sindical, fue un ejemplo del trabajo diario, de una producción incalculable, de una acción permanente, en los lugares de los hechos, donde existían los problemas, siempre dando aportes, criterios, sugerencias, ideas, reflexiones.

 

Hizo todos los esfuerzos para cumplir sus promesas. Como buen ejecutivo su primera labor era cumplir y hacer cumplir los acuerdos y resoluciones de los organismos de dirección.

 

Esas virtudes, juntas en un líder inteligente, con una memoria privilegiadas para recordar a tiempo hechos, personas, fechas y citas, lo convirtieron en uno de los mejores dirigentes internacionales y mundiales, pues sus aportes no fueron sólo dentro de la CLAT, sino también en sus funciones como vicepresidente de la Confederación Mundial del Trabajo          ( CMT), lo cual le permitió emitir sus criterios, opiniones e ideas en Seminarios, Congresos y reuniones de carácter mundial.

 

Cuando en 1973, se realizó el XVIII Congreso de la CMT, en Evian, Francia, se conoció el «Informe Maspero», un voluminoso documento de más de 800 páginas, con un contenido radical en favor de los cambios revolucionarios, muchos delegados, especialmente del primer mundo, se asustaron y lo rechazaron, pero reconocieron la capacidad de elaboración política y estratégica de él.

 

° Emilio escribió el prologo al libro «Sindicalismo, Agricultura y Alimentación». De ahí exponemos algunos de sus criterios sobre los campesinos y el movimiento sindical.

 

LOS CAMPESINOS:

 

«Es el las áreas rurales donde los llamados procesos de «modernización», de ajustes macroeconómicos, de aperturas indiscriminadas a los mercados globales con total desintegración de los mercados internos, de competitividad salvaje, con la imposición de la economía de mercado sacralizada por los neoliberales, provocan agresivamente los niveles de mayor degradación y deshumanización de las condiciones de vida, de trabajo, de salario, de vivienda, de salud, de educación, de seguridad social…

 

La crisis profunda que sacude al mundo de hoy victimiza más brutalmente a las mujeres, los niños y los hombres que viven en las áreas rurales.»

 

«El sindicalismo tradicional se implantó y se limitó a las áreas urbanas y privilegió a los trabajadores de las industrias y servicios de punta, los más rentables. Salvo algunas excepciones, dejó abandonados a su propia suerte a los trabajadores de las áreas rurales, sobre todo en África, Asia, América Latina y el Caribe»

 

 

LA CLAT Y LOS CAMPESINOS:

 

«La Central Latinoamericana de Trabajadores (CLAT), desde 1960, desarrolla un accionar de primera línea entre los trabajadores de la tierra de América Latina y del Caribe. Fundó la Federación Campesina Latinoamericana – FCL, (ahora FELTRA), como una de las primeras expresiones continentales del campesinado organizado. La mayoría de los mártires de la CLAT, en su historia, son mujeres y hombres que militaron en la línea de fuego de las luchas por la tierra, por los derechos y por la dignidad de los campesinos latinoamericanos y caribeños.»

 

SOBRE LA REFORMA AGRARIA:

 

«Una de las banderas más importantes es la Reforma Agraria. Ha habido muchas experiencias en esta materia y no pocas de ellas han fracasado por múltiples causas. Pero en la actualidad la democratización de la tierra y el entregar la tierra al que trabaja es un tema clave. En todo el mundo son minorías (personas, familias, empresas, transnacionales) las que monopolizan la propiedad y el usufructo de la mayoría de las tierras cultivables del planeta.»

 

Los aportes de Maspero sobre la Doctrina Social Cristiana, que es el tema central del presente libro, fueron muchas.

 

La CLAT realizó varios eventos para tratar el tema de la Doctrina, invitando prestigiosos pensadores del humanismo, entre ellos los principales dirigentes del CELAM.

 

En cada uno de esos eventos las ponencias y exposiciones de Emilio eran brillantes, ante personas que dominaban el tema, tanto desde el lado del sector de la Iglesia, como libres pensadores y sindicalistas.

 

Para además no había una conferencia del Secretario General de la CLAT, en la cual él no tratara ese tema, porque era su base ideológica.

 

He aquí algunos extractos de lo que Emilio Maspero expuso sobre la Doctrina Social Cristiana:

 

LA DOCTRINA SOCIAL:

» En los momentos actuales y más aún en el futuro inmediato, la Doctrina Social Cristiana , está llamada a contribuir positivamente en la necesaria y urgente auto-renovación de las organizaciones de los trabajadores de América Latina y a calificar y enriquecer todo su accionar, en particular en lo que se refiere a su vida ética y cultural, aspectos estos claves para un nuevo y más determinante protagonismo del Movimiento de los Trabajadores , no sólo de cara al conjunto de la clase trabajadora, sino también de cara al pueblo, a la nación, a la sociedad global, tanto en lo nacional como en lo regional e internacional.

Y de éste modo concretar la centralidad del trabajo humano organizado y su neta primacía sobre el capital y la tecnología, garantizar proyectos de sociedades francamente favorables a las grandes mayorías nacionales y populares»

 

«… La Doctrina Social Cristiana aquí y ahora, tiene mucho que aportar para la autorenovación del Movimiento de los Trabajadores, al ser portadora y promotora del humanismo cristiano, que es el humanismo más radical porque es el más integral, el que dice toda la verdad sobre el hombre, sobre todo el hombre, sobre todos los hombres, y el que más ha profundizado el sentido, la centralidad y la dignidad del trabajo humano, la solidaridad y la justicia social, y también por la escala propia de valores y por las motivaciones últimas en que se fundamenta.»

 

«En el vacío ideo-político que deja la desintegración de los paradigmas sociales hasta ahora dominantes, es evidente que los contenidos de la Doctrina Social Cristiana constituyen un arsenal de principios, de valores, de orientaciones, de reflexiones, de criterios contundentes, por su coherencia y radicalidad y por su potencia ético-cultural, de cara a las tesis neoliberales.

 

Y es aquí donde el Movimiento de los Trabajadores debe ajustar, actualizar, profundizar su pensamiento y su accionar si quiere encarar la ofensiva neoliberal con chances serios de superarla con respuestas, propuestas y soluciones efectivas y serias.»

 

«En efecto, el Movimiento Sindical, en general, ha quedado sin pensamiento, sin respuestas, sin propuestas, demasiado a la defensiva y en no pocos casos en retroceso ante la ofensiva neoliberal. En la Doctrina Social Cristiana hay sólidas posibilidades para construir una nueva potencia, una nueva dinámica que inspire y que anime la necesaria incoativa y ofensiva socio-política y ético-cultural que los trabajadores organizados deben protagonizar rápidamente para salirle al paso a este capitalismo salvaje y superarlo definitivamente.

 

«La Doctrina Social Cristiana en sus contenidos más profundos, es la antítesis de estas manipulaciones perversas del neoliberalismo y ratifica que en definitiva son las grandes ideas, los grandes principios y valores lo que seguirán determinando las acciones y los cambios mas profundos en los hombres y en la sociedad.»

 

«La pobreza crítica, la miseria, la exclusión, la opresión y la explotación de los más pobres e indefensos, no son la consecuencia de leyes físicas inevitables, ni tampoco el precio de las inmutables leyes que rigen el progreso. Son bajo el control humano, los hombres pueden –y deben!- tener un juicio moral sobre ellas, aprobarlas o rechazarlas, aceptarlas o modificarlas, condenarlas como injustas o pregonar su justicia…o su cinismo.»

 

«Un llamamiento de la Doctrina Social cristiana para asumir a fondo la lucha por la justicia social, es un argumento formidable para todos los trabajadores organizados de América Latina, un argumento sobre todo de gran poder ético, moral y cultural, pero también para inspirar y motorizar las acciones de todos los días.»

 

El Papa Juan Pablo II le otorgó a Máspero el titulo de Caballero Comendador de la Orden de San Gregorio Magno, en reconocimiento a su inmensa labor sindical.

 

Máspero dirigió su último Congreso de la CLAT, el XI, realizado, en México, del 9 al 14 de noviembre de 1998, «Comunidad Latinoamericana de Naciones», ó «La CLAT hacia el Siglo XXI». Como siempre el Informe político y de orientación fue presentado por él.

 

Emilio Máspero murió físicamente el 31 de mayo del 2000, en Caracas, Venezuela, rodeado de su familia y sus amigos, querido y respetado por todo el movimiento de trabajadores de América Latina y muchos países del mundo.

 

20 años más tarde, recordamos a EMILIO MÁSPERO, como un ejemplo de dirigente  para el sindicalismo honesto, sincero, revolucionario, humanista y eficaz. El más lúcido de los sindicalistas latinoamericanos del pasado siglo XX.

 

José Gómez Cerda,

 

 

Santo Domingo, mayo 2020

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“ABC DEL SINDICALISMO”, nuevo  libro de José Gómez Cerda fue puesto en circulación.

“ABC DEL SINDICALISMO”, nuevo  libro de José Gómez Cerda fue puesto en circulación.

 

El libro numero 61 de José Gómez Cerda fue puesto en circulación  ayer, en el almuerzo de confraternidad que realizó la Confederación Autónoma de Sindicatos Clasistas (CASC),  en el Hotel Dominican Fiesta, en Santo Domingo, donde participaron centenares de dirigentes nacionales e internacionales de Puerto Rico, China, Cuba, España, Bégica, Alemania, Santi Kitts, Aruba, Puerto Rico y Curazao, además autoridades gubernamentales y privadas.

El libro ABC DEL SINDICALISMO tiene un prólogo de Gabriel del Río, Presidente de la CASC, y una dedicatoria a Henry Molina, Emilio Máspero y Oscar Semerel, distinguidos sindicalistas latinoamericanos.

 

Los temas más importantes que tratan en este libro son;

Dedicatoria, Prólogo, por Gabriel del Río.

El sindicalismo, el sindicalismo ideológico, sindicalismo humanista. los estatutos sindicales, los niveles sindicales, los poderes sindicales, la asamblea sindical, el tribunal disciplinario, el plan de trabajo sindical, los principios del sindicalismo, los valores del sindicalismo, los  cuadros  militantes  del sindicalismo.La Globalización frente al sindicalismo. El Papa Francisco y el sindicalismo. La actualidad en el Sindicalismo en la República Dominicana. Conflictos laborales abarrotan tribunales de Trabajo en el país.

 

El trabajo humano, el bienestar social, la justicia social, el empleo, el diálogo social, la seguridad social, salud y seguridad en trabajo. las mujeres trabajadoras y la agricultura. Los niños trabajadores. la explotación infantil en América Latina. Los consumidores. El presupuesto familiar. Los adultos mayores. La vivienda social. 100 años de la OIT.

 

Este libro “ABC DEL SINDICALISMO” es fundamental para los trabajadores y trabajadores jóvenes, para los que entran a formar parte de los sindicatos, a nivel nacional e internacional, y para todos los sindicalistas que quieran conocer el funcionamiento, estructuras y organismos sindicales.

 

 

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Henry Molina. José Gómez Cerda

En ocasión del  primer año de su fallecimiento, 19 de octubre.

Henry Molina fue un modelo de laico católico, de él se pueden escribir varios libros. Nos conocimos durante la dictadura de Trujillo, en 1957, cuando él tenia 16 años, era miembro del Comité de la Acción Católica y yo Presidente de la Juventud Obrera Católica-JOC, en la Iglesia San Juan Bosco, en Santo Domingo.

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REUNIÓN DE ADULTOS MAYORES. José Gómez Cerda

REUNIÓN DE ADULTOS MAYORES

 

Invitación a los ADULTOS MAYORES (DE 60 AÑÓS O MÁS), a una reunión para constituir una Asociación  Nacional de Adultos Mayores de la República Dominicana.

 

Esta actividad se realizará el jueves, 01 de agosto 2019, en la Casa del trabajador (CASC), situada en la calle Juan Erazo No 39, a las 3.30 de la tarde. Cerca está una estación del Metro que se llama; Coronel Rafael Tomás Fernández, situado en la calle San Martín, esquina Juan Erazo.

 

El objetivo es formar una asociación para defender los derechos y libertades de los adultos mayores, que hoy día no tenemos ningún derecho que nos ampare.

Puedes invitar a otro  adulto (a) mayor que esté interesado en este tipo de actividad.

 

Los interesados en esta reunión nos deben confirmar su participación.

 

Atentamente

 

José Gómez Cerda

Coordinador de la reunión

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Homenaje a Mamá Tingó en programa de televisión. José Gómez Cerda

Homenaje a Mamá Tingó en programa de televisión

 

El programa de televisión “Momentos de la Historia”, que  produce el Lic. Rafael Pérez Modesto, dedicará un programa especial a un homenaje a Florinda  Soriano Muñoz (Mamá Tingó), en ocasión de la celebración del día de las madres dominicanas, mañana sábado, 25 de mayo, a las 7 de la tarde, en el Canal 4,  CERTV,  tendrá como invitado a José Gómez Cerda, Presidente de la Asociación de Escritores y Periodistas Dominicanos (ASEPED).

 

En este programa de televisión los participantes destacarán a varias madres dominicanas que han sido ejemplos en la formación y educación de sus hijos.

 

José Gómez Cerda, quién fue un destacado sindicalista, especialmente en la etapa de las luchas campesinas, explicará algunos detalles de la vida de Mamá Tingó. Rafael Pérez Modesto, hablará sobre otras destacadas mujeres dominicanas.

 

Mamá Tingo, se destacó como dirigente sindical en Hato Viejo, Yamasá, en defensa de la lucha de los campesinos para defender sus derechos, en especial la tierra que trabajaron ella, su familia y toda la comunidad agraria.

 

Mamá Tingó fue una dirigente de la Federación Dominicana de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC), y de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC).

 

Rafael Pérez Modesto y José Gómez Cerda dialogarán sobre la vida de esta sindicalista, mártir, que fue asesinada el 1ro. de noviembre de 1974, y que es un ejemplo de las madres luchadoras, en el mundo agrícola y sindical.

 

 

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La Unión Nacional de Servicios de Enfermería (UNASE-CASC) conmemoró 50 años

La Unión Nacional de Servicios  de Enfermería (UNASE)-CASC conmemora 50 años.

La Unión Nacional de Servicios de Enfermería (UNASE-CASC) conmemoró hoy 50 años de su creación, 1969-2019), con un acto internacional, en el cual participaron dirigentes sindicales de Puerto Rico, Colombia, Argentina y República Dominicana, acto que se desarrolló en el Hotel Barceló-Lina en Santo Domingo, con representación de decenas dirigentes sindicales, especialmente del sector de enfermería. 

 

El acto se tituló “Simposio Internacional sobre Trabajo Decente  y Futuro del trabajo; Retos y Desafíos de la Seguridad Social y la Atención Primaria”

 

Las palabras de bienvenida y salutación a los participantes estuvo a cargo de la Lic. Rafaela Figuereo, Secretaria General de UNASE-CASC, quién hizo un recuento de las principales actividades y logros de la asociación de enfermeras.

 

La Lic.Gladys Sofía Azcona, vice Ministra de Trabajo instaló oficialmente el acto y explicó algunas actividades de ese ministerio.

 

Julio Fuentes, Presidente de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (CLATE), de Argentina, se refirió al futuro del trabajo y la protección social, además sobre los desafíos del sindicalismo internacional.

 

Percy Oyola Paloma, Presidente de la Coordinadora Latinoamericana de Servidores Públicos (CLATSEP)  habló sobre el sindicalismo en América Latina, especialmente en el sector de la salud y la enfermería.

Ramón Fuentes, de la Federación Puertorriqueña de Trabajadores (FPT) de Puerto Rico se refirió a las causas y consecuencias de la privatización de la salud.

 

El Dr. Pedro Ramírez,  Coordinador de la Unidad de Estudios Especiales de la SISALRIL dictó una conferencia sobre la atención primaria, compromiso social con los trabajadores y la sociedad dominicana.

 

Al acto también participó una delegación de Curazao, encabezada  por Ignacio

 

La clausura estuvo a cargo de Gabriel del Río, Presidente de la Confederación autónoma Sindical Clasista (CASC), quién alabó el trabajo que hace UNASE-CASC en favor de las enfermeras dominicana.

 

La Unión Nacional de Servicios de Enfermería (UNASE), fue fundada el 22 de mayo de 1969.

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DÍA INTERNACIONAL DEL TRABAJO 2019

DÍA INTERNACIONAL DEL TRABAJO.

Recordemos a los mártires de Chicago.

 

José Gómez Cerda  

 

El día internacional del trabajo, 1ro. de mayo 2019, encuentra a los trabajadores dominicanos en una situación difícil, en materia de empleos, salarios, condiciones de vida y trabajo muy precarias.

 

La República Dominicana es uno de los pocos países del mundo que el día del trabajo, 1ro. de mayo, se celebra en un día cualquiera, éste año le ha tocado el lunes 29 de abril…!Esa fecha no es un regalo! costó muertes, prisiones, persecuciones a los que hoy son  los mártires de Chicago.

 

LA HISTORIA DEL PRIMERO DE AÑO; LOS MARTIRES DE CHICAGO;

 

La situación de los trabajadores en Estados Unidos en la octava década del siglo XIX era muy difícil,  como en otras partes del mundo. Sin embargo, emigrantes de diversos países europeos iban a Estados Unidos en busca de una mejor situación económica.

José Martí, cubano, que residió mucho tiempo en Estados Unidos, escribió en 1882:

  “Estamos en plena lucha de Capitalismo y Obreros. Para los primeros son el crédito en los bancos, las esperas de los acreedores, los plazos de los vendedores, las cuentas de fin de año.  Para los obreros es la cuenta diaria, la necesidad urgente e inaplazable, la mujer y el hijo que comen por la tarde lo que el pobre ganó para ellos por la mañana;  y el capitalista holgado constriñe al pobre obrero a trabajar a precio de miseria”

  “Todos hoy, italianos, alemanes y judíos rusos abrazados fraternalmente por las calles y acudiendo a reuniones entusiastas en que se hablan a la par todas las lenguas, demandan a las compañías de ferrocarril, que hace poco aumentaron sin pretexto los precios de la carga, un nuevo sueldo y nuevas garantías.”

  Por otro lado, de los grupos de trabajadores, colaboradores y personas dedicadas a la protección de la clase trabajadora surgió la idea de que el día debía  tener una distribución proporcional. Las 24 horas debían ser divididas en tres partes: 8 horas para trabajar, 8 horas para estudios y asuntos familiares y 8  horas para dormir.  Pero la situación en esa época era distinta:

  Por ejemplo; en Minnesota había una ley que imponía una multa de 25 a 100 dólares “ a cualquier funcionario o empleado de ferrocarril que obligase a un maquinista o fogonero a trabajar más de DIECIOCHO  (18) HORAS DIARIAS, salvo en caso de urgente necesidad.”.

  Los horarios de 12, 14 y 16  horas diarias eran normales: muchos trabajadores debían integrarse a sus labores a las 5 de la mañana y retornaban a las 8 ó 9 de la noche; así, muchos trabajadores no veían a su mujer e hijos a la luz del día.

  En aquella época había dos grandes organizaciones de trabajadores en Estados Unidos. La Noble Orden de los Caballeros (The Noble Orden of the Knights of Labor), la mayoría; y la Federación de Gremios y Uniones Organizados (Federation of Organized Traders and Labor Union),  fue precisamente en el IV Congreso de esta última organización que GABRIEL EDMONSTON presentó una moción sobre el horario de los trabajadores, la cual decía:

  “QUE LA DURACIÓN  LEGAL DE LA JORNADA DE TRABAJO SEA  DE OCHO (8) HORAS DIARIAS A PARTIR DEL 1ro. DE MAYO DE 1886.”

  El IV Congreso  de la Federación de Gremios y Uniones Organizados, que se efectuó en 1884, aprobó esa moción, que vino a ser parte de su plan de lucha, también para otras organizaciones no afiliadas.

LA EMPRESA McCORMICK:

En febrero de 1886 la  empresa Mc Cormick, de Chicago, despidió a 1.400  trabajadores, en represalia a una huelga que los trabajadores de la empresa, dedicada a la fábrica de máquinas agrícolas, habían realizado el año anterior.

  Al mantenerse la huelga y al aproximarse la fecha del día clave que el IV Congreso había señalado, se iba asociando la idea de coordinar esas dos acciones.

  Los “Pinkertons (policía privada empresarial) vigilaban todos los pasos de los huelguistas, y  fueron contratados muchos “esquiroles ( rompe huelgas)”, pero la huelga duró hasta el 1ro. de mayo.

  Ese día   se paralizaron 20.000  trabajadores en distintos Estados, en demanda del horario de 8 horas de trabajo. Los trabajadores en huelga de la empresa Mc Cormick también se unieron a la  protesta.

  El 1ro. de mayo era el día clave para exigir el nuevo horario; todos los comentarios y expectativas eran centralizadas en aquella fecha, más aún, se aprovechó el descontento de los trabajadores  y la huelga de Chicago.

PROTAGONISTAS DE LOS ACONTECIMIENTOS:

Ese 1ro. de mayo de 1886 fue tan agitado como se había pronosticado. Como resultado de la huelga los patronos aplicaron el lockout          (despido) . Más de 40.000  trabajadores se  pusieron en pie de lucha. Así surgió como líder un  alemán, anarquista, director del periódico Arbeiter Zaeitun (Periódico de los Trabajadores), llamado Auguste Spies.

  Spies se convirtió en el orador principal en un acto donde se estaba organizando una comisión de huelga.  Parece que la policía, “los Pinkertons” y los esquiroles estaban esperando cualquier actitud de los huelguistas para provocar una masacre…y así fue.

  Ese día hubo seis muertos y más de 50 heridos, todos trabajadores.

  Esa misma noche  Spies fue a la imprenta e imprimió un volante que decía:

  “VENGANZA, LOS TRABAJADORES A LAS ARMAS”.

  “Los amos  han soltado a los sabuesos: la policía.

¡Mataron   a esos pobres, porque ellos, al igual qu’ustedes, tuvieron el valor de desobedecer la voluntad suprema de sus patronos. Los mataron  porque osaron pedir que se acortaran las horas de trabajo.

  Si ustedes son hombres, si son hijos de los grandes que los engendraron y que derramaron su sangre para liberarlos, se levantarán con toda la fuerza de Hércules y destruirán el odioso monstruo que trata de destruirlos.

A las armas. A las  armas! 

  El día 4 de mayo, en la mañana, la policía disolvió una manifestación donde estaban presentes más de 3.500 trabajadores. Esa mañana apreció otro volante de Spies que decía:   “La guerra de clases ha comenzado. Su sangre pide venganza!

Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que nuestros amos lo recuerden por mucho tiempo. Es la necesidad la que nos hace gritar:

!A las armas. A las armas!”

 

 

Ese día se organizó una manifestación en repudio a los trabajadores asesinados, acto que se programó para las 7:30 de la  noche en el Haymarket Square (Mercado de Heno).  El principal orador, Albert R. Pearson, había comunicado a los organizadores que si se repartía el volante de Spies él no hablaría.

  Los anarquistas, que eran los que habían organizado la manifestación, habían solicitado previamente un permiso a las autoridades y les fue concedido; no solamente eso, sino que el propio Alcalde de Chicago asistió al acto, para  comprobar que se hiciera en forma pacífica.

  Los principales oradores fueron: Spies (alemán), Pearson (americano) y Samuel Fielden (inglés); poco después de iniciada la manifestación comenzó a llover, la gran mayoría de los participantes y algunos oradores se retiraron.

  Pero de pronto una bomba lanzada contra la policía vino a interrumpir lo que hasta ese momento había sido sólo palabras. 

  Varios muertos y heridos de la policía. Esto provocó una represión contra los manifestantes, en pocos minutos había muchos trabajadores muertos y más de 200 heridos.

  Cientos de obreros, dirigentes sindicales y personas del pueblo fueron detenidos y torturados. Se ordenó el arresto de los dirigentes de la manifestación, que eran los alemanes: Auguste Spies, George Engel, Adolph Fisher, Louis Lingg y Michael Schawab: los norteamericanos Albert Pearson y Oscar Neebe, y el inglés Samuel Fielden.

ARRESTOS Y JUICIO: En pocos días  los dirigentes fueron arrestados, a excepción de Pearson  que se entregó voluntariamente el día que se inició el juicio, el 21 de junio de 1886.  Se constituyó un Gran Jurado integrado por Joseph E. Gary, Juez Actuante, Julius Grinner, Fiscal del Estado, encargado de la acusación, Willian P. Black, Williamn Foster, Moses Salomon y Sigmund Zeller, representantes de los acusados.

  El Jurado, integrado por doce personas, fue electo en su mayoría por el propio Juez Gary, en su mayoría eran personas contrarias a los intereses de los trabajadores.

  El 11 de agosto, el Fiscal Julius S. Grinner  concluyó ante el jurado, pidiendo que se declararan culpables a los acusados, que fueran condenados a la horca para “salvar a nuestras instituciones y a nuestra sociedad”.

  El 28 de agosto el Jurado dictó su veredicto, condenando a muerte a los acusados Spies, Schwab, Pearson, Fielden, Lingg, Fisher y Engel, los cuales debían ser colgados,  a Oscar Neebe a la pena de 15 años de prisión.

  La defensa de los sindicalistas apeló el 8 de septiembre, pero le fue denegada, aunque se permitió que hablaran los acusados en vez de los abogados.

  El 9 de octubre el Juez dictó la sentencia: “Siete a la horca y el otro a 15 años de prisión.”

  Los abogados de los acusados apelaron ante la Suprema Corte del Estado de Illinois, pero en septiembre de 1887 se confirmó la decisión del Juez.

  El movimiento de los trabajadores de todo el mundo se solidarizó con los trabajadores de Chicago, en especial con los condenados a muerte.

  Las penas de muerte para Fielden y Schawab fueron cambiadas por la cadena perpetua. … Y cuando iban hacia el patíbulo, Spies grito:

  “TIEMPO LLEGARA EN QUE NUESTRO SILENCIO SERA MAS PODEROSO QUE LAS VOCES QUE HOY USTEDES ESTRANGULAN”

  Los otros sindicalistas guardaron prisión hasta el 26 de julio de 1893, cuando John Peter Atlgeld, Gobernador del Estado de Illinois, otorgó el perdón a los condenados:       “no porque  se condoliese de su prisión, sino por un acto de justicia”. El mismo había estudiado el caso y comprobó las injusticias cometidas contra los sindicalistas.

  Los acontecimientos que ocurrieron el Chicago, y la muerte de los dirigentes de los trabajadores, dio origen a que en todas partes del mundo, los trabajadores organizados recordemos  a “LOS MARTIRES DE CHICAGO”, y que el 1ro. de Mayo, fuera considerado como el día internacional de los trabajadores.

El primero de mayo 2019, día internacional del trabajo, debemos recordar a los mártires de Chicago, rendirles homenajes, y defender los derechos y libertades de los trabajadores.

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100 años de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). José Gómez Cerda

100 años de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

 

José Gómez cerda

 

La Organización Internacional del Trabajo fue fundada el 11 de abril de 1919, en virtud del Tratado de Versalles, este año cumplirá 100 años.  Es un organismo especializado de las Naciones Unidas que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y las relaciones laborales.

 

La Comisión organizadora de la OIT, estuvo  presidida por Samuel Gompers, presidente de la Federación Americana  del Trabajo (AFL), estaba compuesta por representantes de nueve países: Bélgica, Cuba, Checoslovaquia, Francia, Italia, Japón, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos.

 

Es una organización tripartita, la única en su género con representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores en sus órganos ejecutivos.

 

La fuerza que impulsó la creación de la OIT fue provocada por consideraciones sobre seguridades humanitarias, políticas y económicas.

 

La Conferencia Internacional del Trabajo es el órgano superior de la OIT. Se reúne anualmente, en junio, en Ginebra, Suiza. Está integrada por cuatro delegados de cada país miembro; dos de ellos elegidos por cada gobierno, y los otros dos representantes de  las organizaciones de trabajadores y empleadores respectivamente. 

 

 

Al sintetizarlas, el Preámbulo de la Constitución de la OIT dice que las altas partes contratantes estaban “movidas por sentimientos de justicia y humanidad así como por el deseo de asegurar la paz permanente en el mundo…”Considerando que la paz universal y permanente sólo puede basarse en la justicia social;

Considerando que existen condiciones de trabajo que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos, que el descontento causado, que constituye una amenaza para la paz y armonía universales; y considerando que es urgente mejorar dichas condiciones;

Considerando que si cualquier nación no adoptare un régimen de trabajo realmente humano, esta omisión constituiría un obstáculo a los esfuerzos de otras naciones que deseen mejorar la suerte de los trabajadores en sus propios países.

Al principio las normas se centraron en las condiciones de trabajo: el primer Convenio de 1919 se refiere a las horas de trabajo, las famosas ocho horas diarias y cuarenta y ocho semanales.

 

Las áreas que podrían ser mejoradas enumeradas en el Preámbulo continúan vigentes, por ejemplo:

  • Reglamentación de las horas de trabajo, incluyendo la duración máxima de la jornada de trabajo y la semana;
  • Reglamentación de la contratación de mano de obra, la prevención del desempleo y el suministro de un salario digno;
  • Protección del trabajador contra enfermedades o accidentes como consecuencia de su trabajo;
  • Protección de niños, jóvenes y mujeres.
  • Pensión de vejez e invalidez, protección de los intereses de los trabajadores ocupados en el extranjero;
  • Reconocimiento del principio de igualdad de retribución en igualdad de condiciones;
  • Reconocimiento del principio de libertad sindical;
  • Organización de la enseñanza profesional y técnica, y otras medidas similares.

 

La primera Conferencia Internacional del Trabajo celebrada en Washington, Estados Unidos, en octubre de 1919 adoptó seis Convenios Internacionales del Trabajo, que se referían a las horas de trabajo en la industria, desempleo, protección de la maternidad, trabajo nocturno de las mujeres, edad mínima y trabajo nocturno de los menores en la industria.

 

En esa Conferencia participó José Eugenio Kunhardt, dominicano, quién lo hizo como asistente de Samuel Gomper, Presidente de la AFL, de Estados Unidos. La República Dominicana no podía participar porque estaba ocupada por las tropas de los Estados Unidos.

La OIT estableció su sede en Ginebra en el verano de 1920 con el francés Albert Thomas como primer Presidente de la Oficina Internacional del Trabajo, que es la secretaría permanente de la Organización. Con gran ímpetu impulsó la adopción de 9 Convenios Internacionales del Trabajo y 10 Recomendaciones en menos de dos años.

La Corte Internacional de Justicia declaró que el ámbito de acción de la OIT se extendía también a la reglamentación de las condiciones de trabajo del sector agrícola.

 

En 1925 fue creado  el Comité de Expertos como sistema de supervisión de la aplicación de las normas de la OIT. El Comité, que aún existe, está compuesto por juristas independientes responsables del análisis de los informes de los gobiernos y de presentar cada año a la Conferencia sus propios informes.

 

El Dr. Rafael Albuerquerque, de la República Dominicana ha sido uno de esos expertos.

 

El británico Harold Butler, sucesor de Albert Thomas desde 1932, tuvo que enfrentar la Gran Depresión y su consecuencia de desempleo masivo.

 

Estados Unidos se convirtió en Miembro de la OIT en 1934, aunque continuaba fuera de la Sociedad de las Naciones.

 

El estadounidense John Winant asumió el cargo en 1939 cuando la Segunda Guerra Mundial era inminente. Por motivos de seguridad trasladó la sede de la OIT en forma temporal a Montreal, Canadá en mayo de 1940.


El irlandés Edward Phelan,  que había ayudado a escribir la Constitución de 1919 y desempeñó otra vez un papel importante durante la reunión de Filadelfia de la Conferencia Internacional del Trabajo realizada en medio de la Segunda Guerra Mundial,  dirigió la OIT, en la cual participaron representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores de 41 países.

 

 

En 1946, la OIT se convirtió en una agencia especializada de la recién creada Organización de las Naciones Unidas.

 

En 1948 la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó el Convenio No. 87 sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación. 

 

 

El estadounidense David Morse fue Director General entre 1948 y 1970, período durante el cual se duplicó el número de países miembros.

 

La OIT creó el Instituto Internacional de Estudios Laborales con sede en Ginebra en 1960 y el Centro Internacional de Formación en Turín, Italia,  en 1965.

 

Durante la dictadura de Trujillo los trabajadores eran representados en las Conferencias de la  OIT por delegados escogidos por el gobierno, todos  miembros del Partido Dominicano, del dictador.

 

En 1962 participó con representantes de los trabajadores, el sindicalista Henry Molina, que tenía 21 años, en representación de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC); además quedó incluido en la Comisión de Seguridad Social de la OIT.

 

La Organización ganó el Premio Nobel de la Paz en su 50 aniversario en 1969.

 

Entre 1970 y 1973, con el británico Wilfred Jenks como Director General, la OIT avanzó en el desarrollo de normas y de mecanismos para la supervisión de su aplicación, en particular en la promoción de la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación.

 

El francés Francis Blanchard, extendió la cooperación técnica de la OIT con países en desarrollo, Los Estados Unidos se retiraron de la OIT desde 1977 hasta 1980.

 

En 1978 el gobierno dominicano, presidido por Antonio Guzmán  decidió que las organizaciones sindicales fueran las representantes de los trabajadores, se designaron representantes de la CASC, la CGT y la CNTD.

 

El Secretario de Estado de Trabajo Dr. César Estrella Sadhalá representó al gobierno dominicano. José Gómez Cerda, fue miembro titular y  Fernando de la Rosa, miembro técnico, quienes  representaron a los trabajadores dominicanos . Además se acordó que la representación de los trabajadores fuera rotativa entre las tres principales organizaciones sindicales.

 

La OIT desempeñó también un papel importante en la emancipación de Polonia de la dictadura comunista, al darle su apoyo total a la legitimación del sindicato Solidarnosc basándose en el respeto del Convenio No. 87 sobre libertad sindical, que Polonia había ratificado en 1957.

 

 

El problema migratorio haitiano en la República Dominicana se inició en la década de los 80, en la OIT, un caso por  violación de derechos laborales de los cortadores de caña haitianos y  al denunciarse las condiciones de los bateyes azucareros estatales.

Se comprobó que braceros haitianos eran trasladados de los ingenios que los habían contratado a otros, y en muchos casos a empresas privadas, sin la autorización de ellos, lo cual la OIT considera que es un trabajo esclavo.

El Estado dominicano operaba un consorcio de 12 ingenios (CEA) y era el mayor empleador de braceros, contratando con el gobierno de Haití los términos para su reclutamiento, remuneración y repatriación al finalizar la zafra.

Una comisión de encuesta de la OIT vino al país en 1981 y 1983, recomendando medidas sobre contratación, traslado, formas de pago, sindicalización, residencia temporal, a las cuales una comisión de expertos del organismo dio seguimiento durante la década. 


Michel Hansenne de Bélgica asumió el cargo en 1989 y condujo la OIT después del fin de la Guerra Fría..


El 4 de marzo 1999 el chileno Juan Somavia asumió el cargo de Director General.

 

Somavia planteó la importancia de convertir el Trabajo Decente un objetivo estratégico internacional y de promover una globalización justa. También destacó  el trabajo como un instrumento para la superación de la pobreza y el papel de la OIT en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que incluyen la reducción de la pobreza a la mitad para 2015. 

 

El británico Guy Ryder fue elegido como el décimo Director General de la OIT en mayo de 2012. En noviembre de 2016 fue reelecto por otros cinco años.

 

La República Dominicana fue admirada en la OIT cuando presentó un Código de trabajo que había sido modificado por medio de la conciliación y el consenso de las tres partes de la producción, que son el gobierno, los empleadores y los trabajadores.

 

La OIT ha jugado un importante papel en la orientación, educación y acción de los trabajadores en todas partes del mundo.