LAS IDEAS POLÍTICAS
José Gómez Cerda
Las ideas políticas son un conjunto de pensamientos o postulados que buscan regir todo el conjunto de instituciones políticas de un Estado, una sociedad o una población.
Las ideologías políticas no funcionan en un momento determinado, buscan perdurar en el tiempo y nacen como respuestas a otras ideologías políticas en furor en una época determinada.
Las ideas políticas son entendidas como la disciplina especializada que se ocupa de reconstruir e interpretar las preocupaciones centrales, experiencias e ideas formativas, de los seres humanos con respecto a lo político a lo largo de la historia.
El pensamiento político puede ser abordado desde diversas disciplinas, lo que define los intereses y los métodos con los que pueden ser abordados, desde la historiografía se busca ubicar ideas en su contexto histórico; desde la filosofía política, se intenta estudiar los significados y la relevancia de los conceptos políticos.
La historia de las ideas políticas es tanto historia como filosofía, por eso se considera necesario reflexionar sobre la filosofía de la historia, de esta forma se hace un recorrido por la trayectoria intelectual que dio forma al historicismo, es el reconocimiento del total condicionamiento histórico de la realidad” además también constituye un acto reflexivo que denota la mediación subjetiva en el devenir real.
Partimos de las ideas políticas de Sócrates, Platón y Aristóteles.
SÓCRATES
«Sólo sé que no sé nada…» (Sócrates).
Este pensador griego, fue uno de los más grande filósofos de la antigüedad, porque consagró el pensamiento filosófico. Fue maestro de Platón, Euclides, Fedón, Jenofonte y Aristipo. Este filósofo griego, que encarnó la virtud y la sabiduría.
Nació en el año 470 a.C. aproximadamente, se interesó por el conocimiento y su formación la llevó a cabo con los filósofos Pródico y Arquelao. Luego tuvo una gran participación como soldado en varias batallas de la Guerra del Peloponeso.
En su parte física, no fue precisamente agraciado. Tenía los ojos saltones, la nariz chata, los labios gruesos y era calvo. Se casó a una edad algo avanzada, con Jantipa, con quien tuvo dos hijas y un hijo.
En el mundo solo se le conoció a través de sus discípulos Platón, Jenofonte y Aristófanes, que escribieron sobre él, ya que no dejó ninguna doctrina filosófica escrita. Sócrates tenía poco dinero y nunca se esforzó demasiado por poseer más. Solo dedicó su vida a la polémica y a la enseñanza.
La diferencia del pensamiento de Sócrates con otros sabios de la época, como fueron los sofistas , radica en que este rechazó la retórica (arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover), considerando que el conocimiento conducía siempre a una verdad necesaria.
Para ello, creó un método llamado mayéutica, con el cual se puede encontrar la verdad que existe en la mente de cada interlocutor. Esto lo hizo mediante diálogos, en los que examinó las contradicciones de sus discípulos.
Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una escuela filosófica.
Los sofistas habían afirmado el relativismo gnoseológico y moral. Sócrates criticará ese relativismo, convencido de que los ejemplos concretos encierran un elemento común respecto al cual esos ejemplos tienen un significado. Si decimos de un acto que es «bueno» será porque tenemos alguna noción de «lo que es» bueno; si no tuviéramos esa noción, ni siquiera podríamos decir que es bueno para nosotros pues, ¿cómo lo sabríamos?
Sócrates desarrolla un método práctico basado en el diálogo, en la conversación, la «dialéctica», en el que a través del razonamiento inductivo se podría esperar alcanzar la definición universal de los términos objeto de investigación. Dicho método constaba de dos fases: la ironía y la mayéutica. En la primera fase el objetivo fundamental es, a través del análisis práctico de definiciones concretas, reconocer nuestra ignorancia, nuestro desconocimiento de la definición que estamos buscando.
Sólo reconocida nuestra ignorancia estamos en condiciones de buscar la verdad.
La segunda fase consistiría propiamente en la búsqueda de esa verdad, de esa definición universal, ese modelo de referencia para todos nuestros juicios morales.
La dialéctica socrática fue progresando desde definiciones más incompletas o menos adecuadas a definiciones más completas o más adecuadas, hasta alcanzar la definición universal.
En el año 399 Sócrates, que se había negado a colaborar con el régimen de los Treinta Tiranos, se vio envuelto en un juicio en plena reinstauración de la democracia bajo la doble acusación de «no honrar a los dioses que honra la ciudad» y «corromper a la juventud».
Al parecer dicha acusación, formulada por Melitos, fue instigada por Anitos, uno de los dirigentes de la democracia restaurada. Condenado a muerte por una mayoría de 60 o 65 votos, se negó a marcharse voluntariamente al destierro o a aceptar la evasión que le preparaban sus amigos, afirmando que tal proceder sería contrario a las leyes de la ciudad, y a sus principios. El día fijado bebió la cicuta.
PLATÓN
La vida y las ideas de Sócrates no hubieran sido conocidas en el mundo, sin la participación de Platón, su alumno, que junto con otros compañeros divulgaron el pensamiento de su profesor.
PLATÓN nació en el año 427 a.C. En aquellos años, Atenas era la democracia más poderosa, con una fuerza naval y marítima de carácter imperial (la Liga de Delos) y el centro intelectual y artístico del mundo griego.
Su nombre original era Aristocles, pero en sus años de estudiante recibió el seudónimo de Platón a causa de su ancha espalda. Fue un devoto seguidor de Sócrates y su muerte fue un duro golpe para él. Luego visitó diversas ciudades de África e Italia durante varios años, absorbiendo las ideas del filósofo y matemático griego Pitágoras.
Volvió a Atenas en el año 387. Allí se dedicó a la filosofía durante la segunda mitad de su larga vida. A las afueras de la ciudad fundó la primera escuela filosófica, llamada Academia.
En el año 407, a la edad de veinte años, conoce a Sócrates, quedando admirado por la personalidad y su discurso, admiración que le acompañará toda la vida y que marcará el devenir filosófico de Platón.
En el año 399, tras la muerte de Sócrates, Platón abandona Atenas y se instala en Megara, donde residía el filósofo Euclides que había fundado una escuela socrática en dicha ciudad.
Una vez en Atenas, en el año 388-387, fundó la Academia, nombre que recibió por hallarse cerca del santuario dedicado al héroe Academos, especie de «Universidad» en la que se estudiaban todo tipo de ciencias, como las matemáticas, de la importancia que concedía Platón a los estudios matemáticos da cuenta la leyenda que rezaba en el frontispicio de la Academia: «que nadie entre aquí que no sepa matemáticas», la astronomía, o la física, además de los otros saberes filosóficos o mistérico, de algunas de las doctrinas allí enseñadas.
El objetivo de la Academia fue formar a la nueva elite dirigente, mediante una preparación científica y filosófica, para administrar la ciudad con justicia. Platón se quedó en la Academia durante el resto de su vida, exceptuando dos breves periodos de la década del 370 al 360.
Murió tranquilo y feliz, puesto que se supone que falleció durmiendo, a la edad de ochenta años, después de haber ido al banquete de boda de uno de sus estudiantes.
Platón es uno de los pocos filósofos griegos cuya obra nos ha llegado casi en su totalidad. En su mayoría se trata de diálogos escritos con belleza, claridad y exactitud, en los que las discusiones entre Sócrates y otros se presentan con infinito encanto.
EL MITO O ALEGORIA DE LA CAVERNA
“La Alegoría de la caverna” también conocida por el nombre de “El Mito de la caverna”, aunque es más una alegoría que un mito, es la más célebre historia de las ideas y la filosofía.
Para entender las ideas políticas debemos conocer cuál es el punto de partida.
Se trata de una explicación metafórica, realizada por el filósofo griego Platón al principio del VII libro de La República, sobre la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento.
Platón explica su teoría de cómo con conocimiento podemos captar la existencia de los dos mundos: el mundo sensible, conocido a través de los sentidos, y el mundo inteligible, sólo alcanzable mediante el uso exclusivo de la razón.
Platón describió en su alegoría en un espacio cavernoso, en el cual se encuentra un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza.
Detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.
Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas. Para ellos las sombras son la realidad.
La narración cuenta lo que ocurriría si uno de estos hombres fuese liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera, contemplando, de este modo, una nueva realidad.
Una realidad más profunda y completa ya que ésta es causa y fundamento de la primera que está compuesta sólo de apariencias sensibles.
Una vez que ha asumido el hombre esta nueva situación, es obligado nuevamente a encaminarse hacia fuera de la caverna a través de una áspera y escarpada subida, apreciando una nueva realidad exterior, hombres, el sol, la noche, árboles, etc. identificados con el mundo inteligible, fundamento de las anteriores realidades, para que a continuación vuelva a ser obligado a ver directamente el Sol y lo que le es propio.
La alegoría acaba al hacer entrar, de nuevo, al prisionero al interior de la caverna para liberar a sus antiguos compañeros de cadenas, lo que haría que éstos se rieran de él.
El motivo de la burla sería afirmar que sus ojos se han estropeado al verse ahora cegado por el paso de la claridad del Sol a la oscuridad de la cueva. Cuando este prisionero intenta desatar y hacer subir a sus antiguos compañeros hacia la luz, Platón nos dice que éstos son capaces de matarlo y que efectivamente lo harán cuando tengan la oportunidad, con lo que se entrevé una alusión al esfuerzo de Sócrates por ayudar a los hombres a llegar a la verdad y a su fracaso al ser condenado a muerte.
Platón explica la teoría sobre el mundo sensible y el mundo de las ideas. Y esto se explica en « El mito de la caverna » en la que Platón dice que hay una serie de personajes que están encadenados y detrás de ellos un muro y por encima hay una luz que hace que se proyecten enfrente de esos hombres las sombras que reflejan figuras de hombres, animales y otros elementos.
Lo sensible, los sentidos, lo tienen también los animales, ellos ven, huelen, tienes gusto, oídos, en muchos casos superior a las personas humanas; pero las ideas, la inteligencia, que se pueden adquirir cuando tenemos una visión completa, diferente a los que están encasillados, como los encadenados en la caverna, es uno de los aspectos principales que diferencia al hombre de los animales.
A partir de las ideas de Platón, y Aristóteles, se inicia una etapa de analizar las ideas, especialmente en la política, por eso « La Alegoría de la Caverna », es el punto de partida para explicar las ideas políticas.
A partir de estas ideas de PLATÓN, la persona humana pasó a ser el centro de estudios e investigaciones, dejando atrás a lo que decían los dioses; y comenzó el estudio de las personas humanas, como principales actores de las ideas políticas.
PLATON: LA REPÚBLICA
Platón describe en su obra “La República” un tipo de gobierno, basado en la justicia existente en un Estado gobernado por filósofos, defendido por guerreros y mantenido por trabajadores. Preconiza que un Estado ideal constaría de tres clases:
Reyes-filósofos. Ejercerían el poder político al servicio de la justicia y de la sabiduría;
Soldados. Defenderían al Estado como un medio de adquirir honor, y
Población civil. Proveería las necesidades materiales de la sociedad.
Un gran fragmento de La República está consagrado a mostrar y describir en detalle la rigurosa preparación intelectual de los gobernantes del futuro.
El gobierno del Estado actúa para hacer valer la virtud, y en consecuencia, la felicidad verdadera de los ciudadanos individuales, teniendo como resultado una vida pública pacífica y productiva.
Al criticar las doctrinas del ateísmo y el materialismo, Platón reafirmó su posición idealista y declaró su creencia en el gobierno moral del universo y la inmortalidad del alma.
ARISTÓTELES
Aristóteles nació alrededor del 384 a.C. en la ciudad jónica de Estagira, situada al norte de Grecia, en la península de Calcidia, muy cerca de Macedonia.
A la edad de 17 años, Aristóteles viajó a Atenas para realizar sus estudios superiores en la Academia de Platón, donde trabajó asiduamente durante 20 años. Con el tiempo se convertiría en el más célebre de todos los alumnos de Platón.
En el año 342, fue requerido en Macedonia por Filipo II para que se convirtiera en el maestro de su hijo Alejandro, cuando este tenía 14 años. Aristóteles estuvo por varios años, hasta que Alejandro se convirtió en Alejandro Magno, el conquistador de Persia.
Al volver a Atenas, fundó su propia escuela, llamada el Liceo. Tuvo gran éxito, haciendo hincapié en la filosofía naturalista. Sin embargo, en el año 323 llegó la noticia de la muerte de Alejandro Magno en Babilonia y como se sabía que Aristóteles había sido su tutor y estaba relacionado con la monarquía de Macedonia, la reacción anti-macedónica que rondaba en aquellos tiempos a los atenienses, provocó rabia y se le acusó de irreligioso. Por ello, para no sufrir el mismo destino de Sócrates, abandonó la ciudad y se fue a vivir a Calcis de Eubea, donde murió al año siguiente de úlcera.
Filósofo y científico
Una vez que murió su maestro Platón, Aristóteles creó una nueva teoría del conocimiento, que rompe con los conceptos platónicos del mundo de las ideas y postula que el saber no es innato, sino adquirido. La ciencia que desarrolló se denomina lógica y considera tres elementos fundamentales del saber:
El concepto mental, con el que se puede conocer la esencia de las cosas;
El juicio, que hace desarrollar afirmaciones sobre la realidad, y
El razonamiento, que permite expresar el pensamiento. Aristóteles creó una nueva teoría del conocimiento que rompe con los conceptos platónicos del mundo de las ideas.
Además, creía que la libertad de elección del individuo hacía imposible un análisis preciso y completo de las cuestiones humanas, con lo que las «ciencias prácticas», como la política o la ética, se llamaban ciencias solo por cortesía y analogía.
Impulsado por una innata curiosidad universal y una pasión ordenadora, Aristóteles fue el primer sabio griego que contó con una importante biblioteca personal, que estaba en su escuela, el Liceo.
En ella se encontraban grandes recopilaciones de libros y documentos sobre los más diversos temas: investigación histórica, historiografía filosófica, obras científicas sobre biología, física, etc.
La política de Aristóteles
La Política, se desarrolla a lo largo de ocho libros, caracterizándose por la coherencia teórica y metodológica en torno a la teoría política.
Aristóteles construye las bases de la teoría política partiendo de la observación de la realidad histórica de la decadencia de la polis y del conocimiento de otras nacionalidades.
Su obra se apoya en el método inductivo–comparativo–jurídico de las instituciones políticas y sistemas de gobierno, estructurando de esta manera un modelo proyecto de Estado Moderado, resultante del equilibrio de los intereses de los miembros de la polis. Los ocho libros se refieren a:
De la Sociedad Civil. La sociedad es un hecho natural, en consecuencia el hombre es un ser esencialmente sociable, más que las abejas la naturaleza arrastra instintivamente a todos los hombres a la asociación política.
A partir del origen natural de la sociedad, Aristóteles justifica la desigualdad inherente a la sociedad, la cual se expresa en la existencia de hombres libres y esclavos, bárbaros y griegos, el hombre y la mujer, el padre y los hijos.